Mestrue el día que ella acabo con su vida
mientras la sangre corría por la entrepierna otra desbordaba por sus muñecas
mientras muchos pares de ojos goteaban.

Esta vez yo no cargaría con un mundo adentro
y
 ella nunca lo haría.

Hoy la despido abriendo  mis piernas
liberando  mariposas que salpican lagrimas rojas con su vuelo